lunes, 25 de enero de 2016

Vida nueva


Hay momentos en la vida que te hacen cambiar. O, al menos, que te incitan fuertemente a ello. Todos pasamos muchas veces por ellos a lo largo de nuestra vida. Algunos más que otros, claro.
Soy un poeta maldito. Siempre lo he creído así. Lo de poeta lo tengo más o menos claro, lo de maldito no tengo ninguna duda. Mi vida nunca ha sido un camino de rosas, ni nunca lo será. Pero bueno, no es que me importe en absoluto. No quiero ser normal, nunca lo he querido. Así que considero que éste es el precio a pagar.
Lo que sí que debería corregir de mí mismo es esa manía que tengo de jugar a ser dios. De llevarme al límite. Mi cuerpo está castigado, y mi mente está castigada. Vivo con un ritmo de vida muy elevado, demasiado.
Aunque no le tenga miedo a la muerte, no me apetece forzar la situación. Quiero disfrutar de mis proyectos de futuro. Y ya no sólo es por mí, es algo que se merece mucha gente.

A todos ellos, les prometo aprender de mis errores. Por encima de dios, sigo siendo humano.

No hay comentarios

Publicar un comentario

© De tanto beber de tus lagunas de memoria
Maira Gall